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Mitos y Realidades del Comercio Internacional

Foto del escritor: Carlos Perez EspejelCarlos Perez Espejel

El comercio internacional ha sido un tema de debate y estudio a lo largo de la historia. A medida que las economías del mundo se han globalizado, han surgido numerosas ficciones sobre su funcionamiento, beneficios y desventajas.

 

El concepto y la práctica del comercio internacional ha sido malentendida y criticada, muchas veces por ignorancia y algunas otras por la confusión de ciertas corrientes ideológicas de carácter económico. La perspectiva pseudo comunista y la crítica del capitalismo per se pueden confundir las implicaciones del ejercicio comercial, generando “mitos” o ideas falsas sobre los efectos de la comercialización global.

 

La crítica al comercio internacional desde una perspectiva comunista se fundamenta en la denuncia de la explotación inherente al sistema capitalista global. Según los teóricos comunistas, el libre comercio no es más que una forma de perpetuar las desigualdades económicas y sociales, donde las grandes potencias imperialistas imponen su dominio sobre los países más pobres. En este modelo, el intercambio internacional se convierte en un mecanismo para que las naciones ricas obtengan recursos a bajo costo de los países subdesarrollados, mientras que los trabajadores de estas últimas naciones son sometidos a condiciones de explotación. Además, el libre comercio, según esta ideología, favorece a las grandes corporaciones transnacionales y debilita la soberanía de los estados, ya que las políticas económicas se ven dictadas por las reglas del mercado global, y no por las necesidades de los pueblos.

 

Por otro lado, los críticos del comercio internacional desde una postura anticapitalista argumentan que el sistema actual está diseñado para maximizar las ganancias de unos pocos a expensas de la mayoría. Este tipo de comercio favorece la concentración de riqueza en manos de las élites empresariales y financieras, quienes operan sin restricción alguna y con poca responsabilidad hacia las comunidades afectadas por su actividad. La globalización económica, en este sentido, sería vista como una herramienta del capitalismo para extender su dominio sobre todos los aspectos de la vida social y económica, eliminando las posibilidades de autodeterminación y control local sobre los recursos. En lugar de promover el desarrollo global, el comercio internacional bajo el capitalismo perpetúa un ciclo de dependencia y subordinación de los países menos desarrollados, limitando sus posibilidades de crecimiento autónomo.

 

Mito 1: El comercio internacional solo beneficia a los países desarrollados

 

Uno de los mitos más comunes es que el comercio internacional es una herramienta que favorece únicamente a los países desarrollados, mientras que los países en vías de desarrollo quedan en desventaja. Sin embargo, estudios recientes muestran que el comercio puede ser un motor de crecimiento para las economías emergentes.

 

Según Krugman (2018), los países en desarrollo que han abierto sus mercados al comercio han experimentado un aumento significativo en su PIB y en el nivel de vida de su población. La apertura comercial permite el acceso a nuevos mercados, tecnología y capital, lo que puede impulsar el desarrollo económico.

 

Uno de los conceptos clave de Krugman en relación con el comercio internacional es la especialización. Según Krugman, la especialización en sectores donde un país tiene ventajas comparativas permite un uso más eficiente de los recursos y un aumento de la productividad, lo que a su vez impulsa el crecimiento económico. Además, la competencia internacional puede estimular la innovación dentro de los países, ya que las empresas deben adaptarse y mejorar constantemente para mantenerse competitivas.

 

Mito 2: El comercio internacional provoca desempleo

 

Otro mito común es que el comercio internacional causa desempleo en los países que importan bienes y servicios. Si bien es cierto que ciertas industrias pueden verse afectadas por la competencia extranjera, la realidad es que el comercio también crea nuevas oportunidades de empleo en sectores en crecimiento.

 

Autoridades como el Banco Mundial (2020) argumentan que el comercio genera un efecto neto positivo en el empleo, al permitir a los países especializarse en industrias donde tienen ventajas comparativas.

 

Cuando los países se abren al comercio, se especializan en los sectores en los que tienen ventajas comparativas. Esto significa que producen más de lo que hacen más eficientemente y menos de lo que hacen menos eficientemente. Al especializarse, las empresas pueden aumentar la escala de producción y reducción de costos, lo que suele dar lugar a un incremento en la demanda de trabajo en los sectores donde tienen ventajas comparativas.

 

Por otro lado, al abrir sus mercados, los países en desarrollo acceden a mercados internacionales mucho más grandes que los nacionales. Esta expansión del mercado permite a las empresas vender sus productos a más consumidores, lo que aumenta la producción y, por lo tanto, crea empleos adicionales en las fábricas, servicios, y actividades relacionadas.

 

Mito 3: Las barreras comerciales son siempre negativas

 

Muchos creen que las barreras comerciales, como los aranceles y cuotas, son siempre perjudiciales. Aunque estas medidas pueden proteger temporalmente ciertas industrias, también pueden provocar retaliaciones y guerras comerciales. Según la Organización Mundial del Comercio (OMC, 2021), las barreras comerciales pueden llevar a un aumento en los precios para los consumidores y a una reducción de la eficiencia económica global.

 

Los aranceles y otras barreras comerciales también reducen la competencia entre empresas nacionales y extranjeras. Al limitar las importaciones, las empresas locales tienen menos incentivos para mejorar la calidad de sus productos o reducir sus precios, ya que enfrentan menos competencia directa de empresas extranjeras. Esto genera un entorno de mercado menos competitivo, lo que también puede resultar en precios más altos y menor variedad de productos.

 

Las barreras comerciales no solo afectan el precio de los bienes finales, sino que también aumentan los costos de los insumos que las empresas utilizan para producir. Si un país impone tarifas a los productos intermedios o materiales importados (por ejemplo, piezas de automóviles, componentes electrónicos, materias primas), las empresas nacionales que dependen de estos insumos extranjeros deben pagar más por ellos. Como consecuencia, los precios finales de los productos también aumentan.

 

Por lo tanto, la realidad es más matizada: mientras que algunas barreras pueden ser necesarias para proteger industrias emergentes, su uso excesivo puede tener consecuencias adversas.

 

Mito 4: El comercio internacional es solo un fenómeno económico

 

Finalmente, un mito extendido es que el comercio internacional es un fenómeno puramente económico. Sin embargo, el comercio está intrínsecamente ligado a aspectos políticos, culturales y sociales. La globalización ha permitido un intercambio no solo de bienes y servicios, sino también de ideas y valores. Ghemawat (2017) destaca que la interdependencia económica también implica una interdependencia cultural y política, donde el comercio puede ser un vehículo para el entendimiento mutuo y la paz entre naciones.

 

El comercio, la inversión, y la migración transnacional facilitan la circulación de culturas, lo que lleva a un proceso de globalización cultural. Por ejemplo, los productos de consumo, como la moda, la música y las películas, no solo afectan a los países que los importan, sino que también modifican las costumbres, preferencias y estilos de vida locales. Las empresas multinacionales juegan un papel central en la globalización cultural, ya que exportan productos no solo materiales, sino también modos de vida y valores que modelan las sociedades receptoras.

 

Internet y las redes sociales son herramientas clave que facilitan la conexión instantánea entre personas de diferentes culturas, lo que también alimenta la interdependencia cultural. Los medios digitales permiten el acceso a contenidos de todo el mundo, como películas, música, noticias y literatura, lo que ayuda a difundir ideas culturales rápidamente.

 

En conclusión, el comercio internacional es un fenómeno complejo que va más allá de los mitos comunes que lo rodean. Mientras que ciertos aspectos pueden ser problemáticos, la evidencia sugiere que el comercio, en general, ofrece más beneficios que desventajas tanto para los países desarrollados como para los en desarrollo. La comprensión de estas realidades es crucial para formular políticas que promuevan un comercio justo y equitativo, fomentando así un crecimiento sostenible y beneficioso para todas las partes involucradas.

 

Referencias

 

Banco Mundial. (2020). World Development Report 2020: Trading for Development in the Age of Global Value Chains. World Bank Publications.

 

Ghemawat, P. (2017). The New Global Road Map: Enduring Strategies for Turbulent Times. Harvard Business Review Press.

 

Krugman, P. (2018). International Economics: Theory and Policy (10th ed.). Pearson.

 

Organización Mundial del Comercio. (2021). World Trade Report 2021: Economic resilience and trade. WTO Publications.

 

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